jueves, 25 de agosto de 2011
RECUPEREMOS LA INOCENCIA.
RECUPEREMOS LA INOCENCIA
Aprendí de un mago anciano el antiguo arte de saber cuándo aparecer, para que brille en tu rostro una bella sonrisa que ilumine tus pasos.
También me enseñó a crear, con palabras sencillas y puras, una sutil escalera que te lleva de la Tierra al Sol, de modo que recuerdes tu esencia divina en los momentos más críticos.
Siente, este instante es mágico. Sagrado.
Hilvanaré estas letras, con la frecuencia del amor, para que los escalones cobren vida y tu cuerpo se eleve.
Ascender es volver a Ser.
Recuperemos la inocencia.
Hermosas flores, de radiantes colores y refrescantes aromas, están al pie de este sendero cristalino que hoy nos invita a subir para dejar de sufrir por las cosas mundanas.
¿Lo puedes ver?
Cada peldaño tiene el sensible y amoroso don de encender en tu corazón el recuerdo inmaculado de las cosas esenciales.
A medida que subimos, sentimos que el cuerpo se ilumina y gana en sutilidad, pues el cálido resplandor que vamos recibiendo despoja nuestras células de todo lo denso.
Despacio, disfrutemos, no hay prisa. La magia existe.
Cada escalón también tiene la gracia de ayudarte a evocar las pruebas que pasaste en tu largo e intenso recorrido.
Observa cómo las imágenes que aparecen en el piso van transmutando y dejan ver sus enseñanzas ocultas: la adversidad, el sufrimiento, la incertidumbre y la crueldad revelan que la confianza, la sensibilidad, la fe y la compasión estaban ahí, debajo del disfraz, para ayudarte a seguir creciendo.
¿Comprendes por qué es hora de celebrar? Muchas fueron las enseñanzas recibidas.
A medida que los rayos del Sol van recorriéndote, los dolores del cansancio desaparecen.
Vivir en el mundo sin ser del mundo es nuestra tarea, sin embargo una y otra vez quedamos atrapados en la ilusión de creer que todo se limita a lo que experimentan nuestros sentidos.
Es por eso que agradezco, de todo corazón, al sabio anciano que por amor me enseñó a crear -en la densidad de la materia- esta luminosa escalera que hoy nos ayuda a recordar que somos espíritus viviendo una increíble experiencia humana.
Entre tantos millones de personas, este mensaje te buscó para que tengas presente que todo pasa.
No hay caos que pueda doblegarte.
Eres luz, confía.
Continua liberando tu esencia sanadora.
Ascendemos a una nueva dimensión, tu espíritu lo sabe.
Contemplemos la vida con los ojos del alma y apreciemos lo que resta de este apasionante y vibrante juego.
Volvamos a sentirnos. Volvamos a lo simple. Volvamos a lo puro.
Escucha tu corazón.
La vibración del amor nos llama a vibrar en Unidad.
Recuperemos la inocencia.
Julio Andrés Pagano
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